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Nalgadas

(Spanking)

La Academia Norteamericana de Pediatría y muchas otras organizaciones profesionales se oponen intensamente al uso de nalgadas. Todos los niños necesitan disciplina en cientos de ocasiones, pero hay alternativas a las nalgadas. Otras formas de disciplina pueden ser reorientar (distraer) al niño, retirarle algún privilegio o enviarlo a su cuarto. Se puede criar a los hijos para que sean adultos adaptables, disciplinados, responsables, y productivos sin tener que darles nalgadas.

¿Cuáles son las razones para no usar nalgadas?

Existen varios buenos argumentos para no usar nalgadas. Las nalgadas acarrean el riesgo de causar una reacción de enojo en cadena que a veces termina en el maltrato del niño. Además, las nalgadas empeoran el comportamiento agresivo porque le enseñan al niño a reaccionar con violencia cuando está enojado. Otras formas de disciplina pueden ser más constructivas, ya que dejan al niño con algún sentido de culpa y ayudan a la formación de la conciencia. Los padres que recurren a las nalgadas como último recurso para "quebrar la voluntad de su hijo" en general descubren que han subestimado la voluntad de su hijo.

Tenga en cuenta además las razones legales. Si aplicara castigo corporal directamente contra otro adulto, se consideraría legalmente una 'agresión y golpiza' y sería ilegal. En la actualidad la mayoría de los países europeos, como también Israel, Japón y muchos otros países prohíben por ley el castigo corporal a los niños. El castigo físico por parte del personal escolar es ilegal en todos los países con excepción de los Estados Unidos y Sudáfrica. Por otro lado podemos mencionar que en la actualidad las Juntas de Educación de 37 de los 50 estados de los Estados Unidos prohíben el castigo corporal.

¿Cuáles son las reglas de seguridad para dar nalgadas?

Es preferible no dar nalgadas para disciplinar a sus hijos. Menos del 50% de los padres en los Estados Unidos usan algún castigo físico en la crianza de sus hijos. Poco a poco es cada vez menos aceptable socialmente dar nalgadas. Si luego de haber leído esto no cambió de parecer, siga estas pautas generales para asegurarse de no hacerle daño:

  • Siempre utilice primero otras técnicas (como suspender la actividad del momento, y pedirle que se quede tranquilo sin hacer nada). Solamente use el castigo físico para las conductas que sean peligrosas o que desafíen deliberadamente sus instrucciones.
  • Péguele solamente con la mano abierta. Es difícil juzgar la fuerza con que le pega a su hijo si lo hace con un objeto y no con su mano. Las varas y los cinturones podrían lastimarle y causar moretones. El castigo nunca debe provocar más de una coloración rojiza temporal en la piel.
  • Péguele solamente en las nalgas, las piernas o las manos. Golpear a un niño en la cara, además de ser peligroso, es también degradante; de hecho, las bofetadas son inapropiadas a cualquier edad. El niño podría girar su cabeza y la bofetada le podría dañar la visión o el oído.
  • Dé una sola nalgada. Esto es suficiente para modificar el comportamiento. Darle a su hijo más de una nalgada por vez puede dar desahogo a la ira que usted siente, pero es improbable que le enseñe algo más a su hijo.
  • No dé nalgadas a los niños menores de 18 meses. Las nalgadas son inapropiadas antes de que el niño haya aprendido a caminar y deberían ser innecesarias después de los 6 años de edad. Cuando pasan de esa edad tiene que poder resolver los problemas con su hijo platicándole.
  • Debido al grave riesgo de causar coágulos sanguíneos en el cerebro, nunca sacuda a un niño pequeño.
  • No dé nalgadas más de una vez al día. Cuantos más golpes reciba su hijo, tanto menos efecto tendrán.
  • Encuentre alternativas a las nalgadas. Aislar a un niño en un rincón o un cuarto para someterle a una suspensión temporal puede ser muy eficaz. Aprenda a utilizar otras formas de disciplina. Las nalgadas nunca deben ser la manera principal de disciplina que reciba el niño.
  • Nunca pegue a su hijo cuando usted no está en pleno control, cuando tenga miedo o cuando ha estado bebiendo. Algunos padres o madres, una vez que empiezan a pegarle al hijo, no pueden parar. Son incapaces de controlar su ira. Estos padres y madres deben aprender a alejarse de sus hijos y a no utilizar nunca los castigos físicos. Les convendría obtener ayuda de Padres Anónimos u otros grupos de autoayuda.
  • No dé nalgadas para castigar el mal comportamiento agresivo, tal como morder, golpear o patear. Esto le enseña a un niño que está bien que una persona mayor golpee a una persona de menor tamaño. A los niños agresivos se les debe enseñar moderación y autocontrol. Estos niños responden mejor a las suspensiones temporales, que les dan oportunidad de pensar acerca del dolor que han causado. Si no utiliza la suspensión temporal de la actividad de su hijo, lea más acerca de la manera en que pueden ser útiles.
  • No permita que las niñeras (babysitters), el personal de atención a los niños y los maestros le peguen a su hijo.
Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de "Your Child's Health", Bantam Books.
Published by McKesson Provider Technologies.
Last modified: 2005-04-12
Last reviewed: 2006-03-01
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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