Page header image

Peso excesivo: programa para bajar de peso

(Overweight: A Weight Reduction Program)

¿Cómo sé si mi hijo tiene exceso de peso?

La obesidad se ha convertido en el riesgo de salud número 1 de los Estados Unidos. Más del 15% de los adolescentes norteamericanos tienen exceso de peso. Su hijo tiene un exceso de peso si:

  • Su hijo parece tener exceso de peso.
  • Su hijo pesa más de 20% por encima del peso ideal para su estatura.
  • El espesor del pliegue de la piel que corresponde a la capa de grasa del brazo es de más de 25 milímetros (1 pulgada), cuando se mide con un instrumento especial.

Se dice que una persona es obesa cuando su relación de peso a altura (índice de masa corporal, o BMI) supera el 95avo percentil. El 10% de los niños norteamericanos de 2 a 5 años de edad, y el 15% de los que tienen de 6 a 19 años de edad, son obesos.

¿Qué lo causa?

La tendencia a la obesidad generalmente es hereditaria. Si uno de los padres es obeso, la mitad de los hijos con frecuencia también lo serán. Si ambos padres tienen exceso de peso, la mayoría de los hijos tendrán tendencia a tener exceso de peso. Si ninguno de los padres tiene exceso de peso, es poco probable que los niños tengan exceso de peso.

La herencia por sí sola (sin comer en exceso) es responsable por la mayoría de los casos de problemas de peso leves. Los problemas de peso moderada generalmente se debe a una combinación de herencia, comer en exceso y falta de ejercicio. Algunos excesos en el comer son normales en nuestra sociedad, pero sólo los que tienen la tendencia hereditaria a ser obesos aumentarán de peso cuando coman en exceso. El entorno familiar (qué comidas come, cuánto se ejercita, cuánto mira televisión) es igual de importante.

Menos del 1% de la obesidad es causado por algún problema médico. El profesional médico de su hijo puede determinar si la obesidad de su hijo tiene una causa física fácilmente por medio de un examen físico sencillo.

Los niños con sobrepeso pueden tener problemas de salud además de problemas sociales.Éstos incluyen alta presión sanguínea, diabetes tipo 2, apnea de sueño obstructiva por ronquidos fuertes, intolerancia a los ejercicios, autoestima baja y depresión.

¿Cuál es el mejor momento para bajar de peso?

Es muy difícil bajar de peso. También es difícil conservar la pérdida de peso. El mejor momento para que un niño baje de peso es cuando tiene más de 15 años de edad. Alrededor de esa edad es cuando le empieza a preocupar mucho su apariencia. El adolescente que tiene su propia motivación tiene también la disciplina para cambiar a una dieta más saludable y bajar de peso. Ayudar a los hijos a que bajen de peso entre los 5 y 15 años de edad es muy difícil, porque tienen acceso a muchos alimentos fuera de casa y no es fácil motivarlos para que bajen de peso. Ayudarle a un niño menor de 5 años de edad a bajar de peso no es tan difícil, porque los padres tienen mejor control de los alimentos que se le ofrecen al niño. Durante los primeros 2 años de vida, no es saludable perder peso, pero sí ganarlo a un ritmo menor.

¿Cómo puedo ayudarle a mi hijo mayor o adolescente a bajar de peso?

  • Motivación y disposición

    Los adolescentes pueden aumentar su motivación asociándose a un club para bajar de peso, como TOPS (Take Off Pounds Sensibly) o Weight Watchers. Algunas veces, las escuelas ofrecen clases para ayudar a los niños a bajar de peso. La motivación de un niño también puede aumentar si toda la familia inicia un programa de dieta más saludable y ejercicios. Un programa de pérdida de peso donde cooperan los padres y el hijo con metas individuales normalmente es más útil que un programa competitivo enfocado en ver quién pierde peso más rápido.

  • Cómo proteger la autoestima del niño

    La autoestima es más importante que el peso ideal. Si su hijo es obeso, probablemente ya está desilusionado consigo mismo. Necesita que su familia lo apoye y lo acepte tal como es. La autoestima del niño puede reducirse o destruirse con padres que se preocupen demasiado por el peso del niño. Evite caer en las siguientes trampas:

    • No le diga al niño que está gordo. No hable sobre su peso a menos que él mismo comience con el tema.
    • Nunca intente que el niño siga una dieta estricta. Las dietas son desagradables. Comenzar con una dieta debe de ser decisión de su hijo.
    • No limite la comida del niño si le dice que tiene hambre. Cuando no permite a un niño sano comer, eventualmente comerá de manera excesiva.
    • No regañe a su hijo por su peso o hábitos de comida.
  • Establecer objetivos en la pérdida de peso

    Elija un objetivo que sea razonable, de acuerdo a la estructura ósea y cuánto sobrepeso tenga su hijo. La pérdida de medio kilogramo (aproximadamente 1 libra) por semana es un objetivo realizable, pero su hijo tendrá que trabajar muy duro para mantener este ritmo de pérdida de peso durante varias semanas. No pese a su hijo más de una vez por semana; pesarse diariamente genera muchas falsas esperanzas o frustración. Cuando bajar de peso se vuelve un esfuerzo muy grande, haga que su hijo interrumpa el programa por unas semanas para descansar. Durante este período, ayúdele a mantener un peso constante.

    Una vez que su hijo haya alcanzado el peso que se había propuesto como objetivo, la meta a largo plazo es tratar de mantener un peso que no difiera en más de 2.5 kg (aproximadamente 5 libras) de ese objetivo. Mantener un determinado peso es posible solamente mediante la moderación permanente en la comida. Su hijo probablemente siempre tendrá la tendencia a aumentar fácilmente de peso, y es importante que él lo entienda.

  • Programa de comidas saludable

    Su hijo deberá tener diariamente 3 comidas bien balanceadas, con porciones de tamaño normal. No hay alimentos prohibidos. Su hijo puede comer una porción de cualquier cosa que coman su familia o sus amigos. Sin embargo, hay porciones prohibidas. Mientras su hijo está bajando de peso, debe levantarse de la mesa con un poquito de hambre. Su hijo no puede bajar de peso si come hasta estar satisfecho. Aliéntelo para que coma porciones normales en lugar de porciones grandes y que no se sirva una segunda porción. Tratar de apresurar el proceso con el ayuno, las dietas drásticas o las píldoras dietéticas rara vez dan buenos resultados y pueden resultar peligrosas. Las dietas de puros líquidos son seguras solamente si se llevan a cabo según las instrucciones. El recuento de las calorías es útil para algunas personas, pero generalmente requiere demasiado tiempo. Considere las siguientes guías generales sobre lo que su hijo puede comer y beber:

    • Líquidos: Tome principalmente líquidos con bajas calorías como la leche descremada, jugo de fruta diluido con otro tanto de agua, refrescos dietéticos, o agua mineral de sabor. Como la leche tiene muchas calorías, su hijo no deberá tomar más de 480 ml (16 onzas) al día de leche descremada, con 1% o con 2% de grasa. No debe tomar más de 240 ml (8 onzas) de jugo al día. Si su hijo adolescente no puede dejar los refrescos, ofrézcale refrescos dietéticos. Todos los demás líquidos consumidos deben ser o agua o bebidas dietéticas. Estimule a su hijo para que tome 6 vasos de agua al día.
    • Comidas: Sirva menos alimentos grasosos (por ejemplo, huevos, tocino, salchichas y mantequilla). Una porción de grasa tiene el doble de calorías que la misma porción de proteína o hidrato de carbono. Quítele la grasa a las carnes. Sirva más alimentos horneados, asados a la parrilla, hervidos o cocidos al vapor, y menos alimentos fritos. Sirva más frutas, hortalizas, ensaladas y cereales.
    • Postres: Fomente el consumo de porciones más pequeñas que las normales. Sirva más gelatina y frutas frescas como postres. Evite los postres con mucha grasa, como los helados. No sirva segundas porciones.
    • Bocadillos: Sirva solamente alimentos bajos en calorías, tales como hortalizas crudas (tiritas de zanahoria, tiritas de apio, tiritas de patata cruda, pepinos, etc.), frutas crudas (manzanas, naranjas, melón, etc.), palomitas o rosetas de maíz, o bebidas gaseosas dietéticas. Limite los bocadillos a dos cada día.
    • Vitaminas: Durante el programa de reducción de peso, déle a su hijo una tableta de multivitaminas al día.
  • Hábitos alimenticios

    El comer de más se debe en general a malos hábitos. Para contrarrestar la tendencia a aumentar de peso, su hijo debe aprender buenos hábitos alimenticios que persistirán durante toda su vida. Usted puede ayudarle a su hijo a bajar de peso y a mantener la pérdida de peso haciendo lo siguiente:

    • Trate de que su hijo no omita ninguna de las tres comidas básicas.
    • Fomente la costumbre de tomar un vaso de agua antes de las comidas.
    • Sirva porciones más pequeñas.
    • Sugiera que mastique lentamente los alimentos.
    • Sírvale una segunda porción únicamente si su hijo ha esperado 10 minutos después de terminar la primera.
    • No compre bocadillos con alto contenido de calorías, tales como papas fritas, caramelos o bebidas gaseosas que no son dietéticas.
    • Compre y tenga accesibles bebidas gaseosas dietéticas, frutas frescas y hortalizas.
    • Deje a la vista solamente bocadillos bajos en calorías, por ejemplo, fruta. Guarde la caja de las galletitas.
    • Almacene los alimentos solamente en la cocina. Manténgalos fuera de las demás habitaciones.
    • No ofrezca más de dos bocadillos al día. Desaliente con firmeza en su hijo la costumbre de "picar" en forma continua durante todo el día.
    • En su casa sólo permita que se coma en la cocina o en el comedor.
    • Desaliente la costumbre de comer mientras ve la televisión, está en el cine, estudia, viaja en el automóvil o va de compras. Una vez que el hecho de comer esté asociado con esas actividades, el cuerpo aprende a esperarlo.
    • Desaliente la costumbre de comer solo.
    • Cuando coma comidas rápidas, evite las ofertas combinadas y porciones "súper-grandes".
    • Haga que la recompensa por el trabajo difícil o estudio sea el cine, la televisión, la música o un libro, más bien que algún alimento.
    • Si su hijo está de acuerdo, ponga en el refrigerador y en el espejo del baño tarjetas recordatorias que digan: "COME MENOS" o bien "SIGUE ADELANTE CON EL PROGRAMA".
  • Ejercicios: aumento del consumo de calorías

    El ejercicio diario puede acelerar la pérdida de peso y aumentar la sensación de bienestar físico. La forma más eficaz de bajar de peso es la combinación de dieta y ejercicios. Pruebe las siguientes formas de ejercicio:

    • Camine o ande en bicicleta en vez de ir en automóvil.
    • Use las escaleras en vez de los ascensores.
    • Aprenda nuevos deportes. La natación y el jogging son los deportes que queman el mayor número de calorías. Es posible que la escuela de su hijo tenga una clase de ejercicios aeróbicos.
    • Pase más tiempo al aire libre.
    • Baile con la música de la televisión.
    • Limite el tiempo de estar sentado frente a la televisión a 2 horas o menos al día.
    • Use equipos para ejercicios mientras está mirando televisión.
  • Actividades sociales: no pensar en los alimentos

    Cuantas más actividades al aire libre tenga su hijo, tanto más fácil le será bajar de peso. El ocio fomenta la costumbre de "picar". Casi todo el consumo de bocadillos tiene lugar entre las 3 y las 6 p.m. Ayúdele a su hijo a mantenerse ocupado después de la escuela con actividades tales como la música, la actuación teatral, los deportes o las reuniones de un grupo de niños exploradores. Un trabajo de tiempo parcial después de la escuela puede ser útil. A falta de otra cosa, estimule a su hijo para que visite o llame a sus amigos. La vida social activa casi siempre resulta en una reducción del peso.

¿Cuándo debo llamar al profesional médico de mi hijo?

Llame durante horas de oficina si:

  • Su hijo no ha mejorado sus hábitos de comida y ejercicio después de probar este programa durante 2 meses.
  • Su hijo come de más impulsivamente.
  • Usted se da cuenta que regaña frecuentemente a su hijo por sus hábitos de alimentación.
  • Su hijo trata de perder peso y no lo necesita.
  • Usted cree que su hijo está deprimido.
  • Su hijo no tiene amigos cercanos.
  • Usted tiene otras preguntas o inquietudes.
Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de "Your Child's Health", Bantam Books.
Published by McKesson Provider Technologies.
Last modified: 2005-11-01
Last reviewed: 2006-03-02
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
Copyright © 2006 McKesson Corporation and/or one of its subsidiaries. All Rights Reserved.
Page footer image