La deshidratación es una condición en la cual el cuerpo no tiene suficiente agua para funcionar correctamente. El cuerpo de su niño puede perder mucha agua cuando tiene diarrea, está vomitando o ha estado haciendo ejercicios por mucho tiempo sin haber bebido nada. Si el cuerpo no vuelve a reponer el agua que perdió, se pueden producir complicaciones: disminución del nivel de actividad, debilidad, desequilibrio de electrolitos y, en casos de deshidratación grave, la muerte.
Los bebés y niños chicos son los que corren el mayor riesgo de deshidratación. Los niños enfermos se pueden deshidratar cuando no quieren beber porque se sienten mal, les duele el estómago o tienen fiebre.
Cuando la deshidratación es moderada, los niños podrán:
Cuando la deshidratación es más severa, los niños frecuentemente:
La deshidratación puede convertirse en una emergencia médica. Llame a su profesional médico INMEDIATAMENTE, porque es posible que su niño necesite ir al hospital, cuando:
Trate de que tome bebidas. Puesto que la deshidratación, (sin importar cuál sea su causa), produce gran pérdida de agua, se debe tratar de reponerla. El método a utilizar para que su niño recupere sus fluidos puede depender de qué fue lo que causó la deshidratación. Por ejemplo, a un niño que se ha deshidratado porque estuvo vomitando o tiene diarrea se le deberá reponer sus fluidos de manera distinta que a un niño que se ha deshidratado por haber practicado deportes.
Deshidratación moderada debido a enfermedad en bebés menores de un año
Trate de que su niño tome bebidas, pero no lo obligue. Si no lo está amamantando, durante las primeras 12 a 24 horas déle solamente líquidos con electrolitos, como por ejemplo Pedialyte, en vez de fórmula. Soluciones de electrolito por boca se pueden comprar sin receta en supermercados y farmacias. Si está amamantando a su bebé y ve que orina menos que lo acostumbrado, ofrézcale una solución de electrolitos entre comidas durante las primeras 6 a 24 horas.
Si su bebé está vomitando, déle con más frecuencia cantidades pequeñas de leche materna o electrolitos, en vez de darle porciones más grandes con menos frecuencia. De esa manera tomará la misma cantidad de líquido pero podrá mantenerlo mejor en el cuerpo.
Si su niño no está vomitando ni tiene diarrea, además de amamantarlo o darle electrolitos déle también de comer normalmente.
En la mayoría de los casos, podrá volver a darle una mamila de fórmula normal después de haberle dado solamente líquidos durante 12 a 24 horas.
Deshidratación moderada debido a enfermedad en niños mayores de un año
Trate de que su niño tome bebidas, pero no lo obligue. Para empezar, le puede dar paletas heladas o refrescos tipo 7UP rebajados con agua (mitad agua, mitad refresco). También le puede dar agua o cubitos de hielo. No le dé jugos de fruta.
Si su niño está vomitando, es mejor que beba poco más frecuentemente en vez de cantidades más grandes con menos frecuencia. Empiece con 1 cucharita ó 1 cucharada cada 5 minutos y aumente gradualmente.
Si su niño no está vomitando ni tiene diarrea, está bien que le dé solamente agua durante las primeras horas, pero si está con hambre también le puede dar su comida normal.
Después de darle sólo líquidos transparentes durante unas horas, comience a darle alimentos con calorías (azúcar) y valor nutritivo.
Deshidratación moderada debida a ejercicios en niños mayores
Siga las mismas instrucciones que se dieron anteriormente para niños mayores de un año. Es probable que su niño tenga mucha sed, y hay que dejarlo que beba todo lo que quiera. Durante las primeras dos horas es aceptable que beba solamente agua, pero después deberá comenzar a darle líquidos con azúcar o comidas normales. Además su niño deberá descansar de la actividad realizada en un ambiente fresco y en la sombra hasta que se haya rehidratado.
Evite los siguientes errores
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