Cuando su hijo se queja de que le duele un diente, a veces se trata sólo de un diente sensible. Sin embargo, en la mayoría de los casos significa que su hijo tiene una caries. Una complicación de un diente cariado es un absceso en la encía inmediatamente debajo de la línea de los dientes. La infección en el diente también puede extenderse a la cara (produciendo hinchazón de la mejilla) o al ganglio linfático inmediatamente debajo de la quijada.
Por ahora, trate el dolor de dientes o muelas con acetaminofeno (Tylenol) o ibuprofeno (Advil). Si el dolor persiste durante más de 24 horas o se vuelve intenso, llame a su dentista. Un cubito de hielo colocado en el diente o una bolsa de hielo en la quijada durante 20 minutos también serán útiles.
Si no puede ver a un dentista durante varios días y hay una cavidad abierta visible, saque toda la comida de la cavidad con un palillo de dientes, con Water-Pik o con agua en una jeringa. Coloque en la picadura unas gotas de esencia de clavo (eugenol al 80%). No necesita receta. Si la cavidad es grande, tápela con un pedazo pequeño de algodón impregnado con esencia de clavo. Trate de evitar que la esencia de clavo toque la lengua, porque produce ardor. También puede sellar la cavidad con cera de vela derretida. Simplemente frótela con la punta del dedo.
Recuérdele a su hijo que se cepille los dientes después de cada comida, especialmente las muelas de atrás y asegúrese de que use una pasta dentífrica con fluoruro después de los 3 años de edad; los niños más pequeños tienden a comérsela. Si el agua del suministro municipal no está tratada con fluoruro, pídale a su médico una receta durante su próxima visita de control.
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